sábado, 28 de noviembre de 2009

El cuerpo en nuestras manos.

Ponernos en manos de un buen terapeuta corporal puede ser muy cómodo y placentero, y ayudar a aliviar tensiones y dolores. Pero si no reeducamos nuestro cuerpo a través de la alineación postural ósea y la biomecánica del movimiento, éstos volverán cada vez más rápido y progresivamente más fuertes.
Muchas veces escucho frases como -No se me estira..., No se me relaja..., No me rota la pierna, se me contrae el glúteo, Se me va, se me mueve, Se me torció la columna, por ejemplo, como si esto pudiera ocurrir sin nuestra intervención. Y es que así sentimos nuestro cuerpo, como algo ajeno y desconocido.
El esqueleto no se puede torcer o mover por sí mismo. Son los músculos los que se contraen para que ello ocurra siguiendo las órdenes que le mandamos a nuestro cerebro.
Entender esto es muy importante para tomar consciencia y así poder inhibir el impulso de contracción, sentir el peso corporal que nos ayuda a relajar junto con la espiración, desbloquear las articulaciones, alinear el arco del pie, el saco de Douglas, el diafragma, el paladar, etc., permitiendo fluir la energía libremente que hará que esa sensación de bienestar infinitamente placentera recorra nuestra cuerpo.

info:alejandracasas_@hotmail.com 15 4176-7485

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